En Cresmarta transformamos la Villa Marnes, una propiedad con esencia rústica en la Costa Blanca, en un espacio renovado que combina el encanto de lo tradicional con la comodidad de lo contemporáneo. Cada detalle de esta reforma integral fue diseñado para mantener la autenticidad de la villa, pero elevando su estética y funcionalidad al nivel de una residencia moderna de lujo.
Al recorrer la casa, destacan los muros de piedra y las vigas de madera restauradas. La distribución se optimizó para ganar amplitud y luz natural, creando un hogar más abierto, conectado y habitable. La cocina de diseño a medida y los baños completamente renovados aportan sofisticación y practicidad, mientras que la climatización y el aislamiento mejoran la eficiencia energética, reduciendo costes y aumentando el confort.
La reforma no se limitó al interior. En el exterior, se rediseñaron terrazas, pavimentos y el jardín para integrarse con el paisaje mediterráneo, logrando espacios que invitan al descanso y a disfrutar de las vistas. La iluminación ambiental y los materiales nobles en exteriores refuerzan esa atmósfera de villa rústica de lujo.
El resultado es una vivienda que no solo conserva su carácter único, sino que además lo reinterpreta con un estilo contemporáneo. Una reforma que multiplica el valor de la propiedad, ofrece una mayor calidad de vida y convierte a la Villa Marnes en un referente de cómo la tradición y la modernidad pueden convivir en perfecta armonía.